¿QUÉ NOS IMPULSA A VOTAR UNA Y OTRA VEZ, SABIENDO QUE NUNCA SE CUMPLEN LAS PROMESAS ELECTORALES?
El arraigo de ir a votar, es algo que forma parte de nuestros hábitos, porque así nos han educado. Tenemos la mala costumbre, de votar
Desde una visión objetiva, una auténtica democracia, es aquella, que cuenta con la participación ciudadana. Si no se cumplen estos requisitos, es un régimen impositivo…
Sobre este punto nos gustaría aclarar, que nosotros defendemos un mundo sin políticos ni ideologías. Un mundo sujeto a unas normas de convivencia y leyes justas, equitativas…
Lamentablemente en el mundo siempre ha habido dos tipos de personas, los ricos y poderosos y el resto…
El arraigo de ir a votar, es algo que forma parte de nuestros hábitos, porque así nos han educado. Tenemos la mala costumbre, de votar
¿Os imagináis lo tranquilos, felices y afortunados que seriamos sin nuestros “queridos” políticos? Tema delicado pero merecedor de una profunda reflexión. ¿Acaso cualquier país del
Te aconsejamos ver este breve vídeo —de algo más de un minuto de duración—, antes de responder a la siguiente pregunta, del ilustre abogado granadino
Es nuestra intención demostrar, que todos los chanchullos que se producen mediante los instrumentos políticos, es porque no existe una auténtica democracia, ni unas normas
Desde “Cambio Social” queremos concienciar a la gente, para que no se deje engañar como a niños inocentes. Nos preocupa e indigna que los políticos
En “Cambio Social” creemos que la figura de los políticos es poco provechosa. Es más, nos atrevemos a decir, y no por falta de buenas
En “Cambio Social” no estaríamos en contra de que un equipo de gestores no politizados, que verdaderamente trabajen por y para el bienestar de social,
Tenemos dos tipos de encuestas, las permanentes e indefinidas, y las de una semana de duración. Estas se iniciarán la proxima semana. Sólo los usuarios
Cambio Social es un movimiento ciudadano que ha venido no solo a sacar las vergüenzas a todos esos actores a sueldo llamados políticos, vamos a sustituirles por gestores honestos y no ideologizados. Y si ello es un sueño inalcanzable —esperamos que no—, soñaremos a lo grande para que tanto la casta política como sus amos, los grandes magantes financie-ros que dominan el mundo caigan como un castillo de naipes.
Nosotros culminaremos la obra del insigne y admirado don Antonio García Trevijano: Instaurar esa auténtica democracia que jamás hemos tenido.